Me encanta esta frase que leí no hace mucho y desconozco su autoría, me gusta porque es aplicable a cualquier ámbito de la vida.
Hoy la quiero conectar con el diseño. ¿Por qué? Porque hace solo unas horas me cuestionaba el afán de muchos por seguir las "tendencias".
Cada año se publican una serie de tendencias tanto para diseño gráfico como web, que pondrán a muchos a perder el enfoque y a veces hasta la coherencia. Así mismo sucede en la ropa, los cortes de cabello, etc.
Pienso que no nos debemos dejar influenciar por estas supuestas tendencias hasta el punto de perder nuestra identidad. Lograr un estilo propio es intemporal, las tendencias, lo son.
Tenemos que ser coherentes. Ejemplo: la tendencia es que ahora todas llevemos el cabello blanco canoso, entonces, las que no tienen canas se las pintan... la tendencia dice que la minifalda es lo "in", pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿¿Nos queda bien una mini falda, tengo proporciones para una minifalda, tengo actitud para una minifalda, me siento bien en una mini falda??
Mi logotipo es sobrio, minimalista y unicolor, pero la tendencia dice que ahora se llevan colores fuertes, degradados y tipografías gruesas.... debo cambiar mi logo y toda mi identidad porque este año la tendencia es otra¿? La respuesta es no.
Ahora bien, puedo hacer ciertas adaptaciones a las aplicaciones de mi logo para darle un poco de movimiento a mi marca? La respuesta es SI, PUEDE SER. Pero... para qué? es realmente necesario?
Hay un problema con las tendencias y es que si todos comenzamos a seguir una tendencia sin poner mucho cuestionamiento de por medio, llegará un momento en que nuestras creaciones serán tan similares que se hará casi imposible diferenciar unas de otras. Y eso no es lo que se quiere lograr cuando hablamos de tu marca, de tu logo y de tu sitio web.
La tendencia debe adaptarse a nosotros, no nosotros a ella. Recuerda, más tendencias llegarán cada año... Pero tu marca, tu logo, tu web, deben permanecer en el tiempo, reforzando su estilo y personalidad.